sábado, 23 de mayo de 2009

Aventuras

La Muestra Ambulante quiso ser, fue y será aventura. Se gestó desde una invitación a aventurarse, a encender la curiosidad, a entender cada una de sus postas como puentes o balizas donde apoyarnos para proseguir la marcha colectivamente.
Fue –es, será– la aventura de retirarse por un instante de los lugares asignados, y también la de habitar esos mismos sitios pero de otro modo: demorándonos en el goce de aquello que desapercibimos cuando circulamos con tal velocidad que no alcanzamos a distinguir y mucho menos a reconocer al que tenemos al lado.
Fue –es, será– una oportunidad para que los vecinos apaguemos el televisor y vayamos al encuentro. En voz alta, nos llamamos a la deriva. Nos juntamos. Nos desplazamos por territorios hasta ayer desconocidos, aunque estaban ahí. Tensamos los límites que nos separaban, los volvimos a dibujar, los atravesamos una y otra vez de la mano de pintores, músicos, actores, bailarines, poetas, animadores de libros, jugueteros, fotógrafos, titiriteros, magos, de nuestra ciudad y de otras partes del país. Pusimos en diálogo los lenguajes que somos.
Tantos lenguajes no caben en un catálogo. Faltarán imágenes, y faltarán palabras. Faltarán sonidos y gestos. “La Muestra Ambulante”, esta publicación*, intenta contar una experiencia –o muchas experiencias– conciente de la imposibilidad de lograrlo. La Muestra es irreducible a un
catálogo. Estas páginas serán entonces apenas una colección de fragmentos de una obra colectiva, abierta.
El mapa bosquejado de una aventura que fue y la invitación a repetirla, otra vez sin mapas, con nuevas y viejas voces. La Muestra se hace en el barrio, pero es ambulante. No hay un punto fijo donde el público deba confluir: se dispersa por casas, bares, esquinas, veredas, comercios e instituciones del barrio platense Meridiano V.
La ciudad se mueve. La hemos puesto en movimiento. Los vecinos salen a la calle. Se encuentran. Colocan la silla en la vereda, como alguna vez o por primera vez. Con nostalgia y con asombro, no importa: la cultura está otra vez en las aceras. El arte está vivo.
Estas páginas narran –o quisieran poder hacerlo– los itinerarios de una aventura: la Muestra Ambulante 4, realizada en 2007 en los negocios, en los garajes, en las calles y en las veredas de nuestro ferro-barrio, reivindicando otro modo de habitarlo y de estar en la ciudad. La primera parte resume esa osada búsqueda: la de construir un espacio de visibilidad y diálogo entre artistas profesionales y vecinos.
Alejados de las verdades y las modas consagradas, pero también retirados de las “bellas artes”, dejamos que las palabras nos persigan y vengan a nuestro encuentro, porque son faros que nos tientan a derivar por el desierto. Y a reinventarlo.
Una Muestra para ser deambulada, más que espiada; reinventada antes que representada. Pues una mirada espía, con la forma del ojo de la cerradura, pudo haber avistado un cuadro o quizá unos cuantos actores en escena. Pero quien se lanzó a la deriva por el barrio, enseguida se
topó con una multiplicidad difícil de encasillar: esa es la Muestra Ambulante que, enfocada en su (in)conjunto, se revela siempre rizomática, inacabada, e invita a que todos ensayemos una apuesta sobre su sentido.
La Muestra Ambulante es una obra hecha con muchas obras. Es una obra colectiva que se bifurca a medida que se la van apropiando los vecinos, los artistas y colectivos culturales
que participan. En nuestra aventura las obras se devoran entre sí, y al devorarse mutuamente, mutan, se impregnan de otros sentidos. Como decían los antropófagos: los jugos se mezclan y de ese revoltijo nadie sale intacto, nadie puede ser el mismo de antes. La Muestra Ambulante es una muestra hecha con muchas muestras.
Hubo, además, tres aventuras anteriores a la de 2007. La Muestra Ambulante 4 las evoca y las reinventa; envuelve y revuelve sus legados. Legados que no establecieron mapas –las derivas no tienen mapa– sino puntos de partida, retos para revivir la aventura. De algún modo, se fue tanteando el camino, experimentado el espacio, inventando otro territorio, componiendo un barrio encima de otro barrio, averiguando amistades.... desde el otoño de 1995. A su vez, reforzó la invitación el proyecto “Arte Vivo”, apoyado por la Universidad Nacional de La Plata, que extendió el espíritu de la muestra a todo el año con talleres en los que participaron cerca de cien vecinos. A todo ese recorrido previo refiere la segunda parte de este catálogo, que desafía –también– el orden cronológico.
Contar la experiencia y qué lo hizo posible: de eso se trata. Porque la Muestra no es meramente un evento, sino una experiencia que reclama del paso del tiempo para expresar las múltiples formas que fueron tramándola. No es un acontecimiento para ganarse la curiosidad ocasional del vecino o la admiración del periodista, sino el proceso de una voluntad colectiva de recuperar el lazo, ese compartir la vereda quebrado por tantos miedos.
Tal cosa requiere tiempos largos, idas y venidas. Una Muestra se construye con la anterior y, seguramente, con la siguiente. Es ensayo y error permanente. Esfuerzos y desafíos grupales. Pues las redes sociales que se rompieron no se vuelven a tejer de un día para el otro. Cada obra en movimiento, cada itinerario, cada espacio de encuentro, cada equipo de mate sacado a la vereda, y quizá cada página de este catálogo, enlaza un punto más en la aventura de un nuevo tejido.

* "Aventuras" es el prólogo de La muestra ambulante, un libro/catálogo que es un lujo haber podido hacer, y que estaremos presentando en el Galpón de Encomiendas y Equipajes el sábado 30, a las 20 horas.
Están invitados vecinos, artistas, amigos y todos. El brindis será también la ocasión de lanzar la Muestra Ambulante V, que ya estamos organizando con los cumpas de Mediolimón.


  • Acerca del catálogo
    Colectivo La Grieta. “La Muestra Ambulante”, 1ª edición - La Plata, Ediciones Grupo La Grieta y Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata, 2009. 194 páginas; 20 x 20 cm
    Idea General: Colectivo La Grieta
    Diseño: Ramiro Galeliano y Fabiana di Luca
    Textos: Esteban Rodríguez y Daniel Badenes
    Selección de fotografías: Martín Galle, Julia Durá y Fabiana di Luca
    Corrección: Josefina Oliva y Daniel Badenes
    Fotografías: Sergio Perdoni, Yemile Salem, Jorge Champredonde, Emmanuel Pereyra, Esteban Rodríguez, Daniel Badenes, Andrea Iriart Urruty, Fabiana di Luca, Julia Sbriller, Maximiliano Aceto, Julia Moreno, Estanislao Simonetti, Malala, Sebastián Losada, Marina Losada, Fernando Andrade, Florencia Cariello, Mariana Relli, Tero Landi, Julia Durá, Federico Araneta, Gabriela Pesclevi, Celia Silva y Florencia Cariello.

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