Les comparto el poema que escribí para ese libro*, epitafio de Cristhian David Mendoza Benitez, una de las víctimas de la inundación.
Soy
Cristhian David
Hijo
del mestizaje
Hijo
de la pobreza
Hijo
de la migración
Nunca
supe de dónde era
Fui
y vine
La Plata, Caaguazú
Caaguazú, La Plata
Me
concibieron allá
Me
parieron acá
Me
ahogaron allá
Me
enterraron acá
Y
mis papás acá
me
imaginan allá
Me
tienen acá
pero
me piensan allá
me ven
con
los abuelos.
No
pueden admitir
la
violencia del agua
del arroyo mal domado
Que
se llevó a los viejos
Que
se llevó la casilla
Que
me llevó
Que
me devolvió acá
sin
el título
apenas
con un certificado frío
y
el nombre equivocado
Somos
los Mendoza
Somos
los Benítez
Somos
los Garay Ruíz
Somos
los sin tierra
Los
que migran buscando
Los
que buscan migrando
Acá
y allá
en la ciudad universitaria
en la capital de la madera
Somos,
siempre
los sin futuro
los sin historia
los sin derechos
los sin patria
¡Mi
nombre tiene una H!
La
H no se pronuncia
Ni
se pronuncia, mi nombre
allá
donde iba a ser licenciado
se
pronuncia acá
donde no admiten la violencia
del arroyo mal domado
donde escriben Cristhian
y firman “repatriación”
Aunque
yo
Cristhian David
Mendoza
Benítez
Garay
Ruíz
nunca
supe cuál es mi patria
si
la de agua o la de tierra
la
que sobra, la que falta
la
que mata, la que sepulta
la
que niega, la que llora
o
una nueva que todavía esperan
los
sin justicia
acá
y
allá
con
una H en la garganta.
*Basado
en la investigación del caso que hicieron Josefina López Mac Kenzie, Milva
Benitez, Laura D' Amico y Cristian Lora para La Pulseada.
La primerísima lectura de este poema, en el Ciclo Semilla, la contestó Lucia Ana con más poesía, acá: http://luciaanaa.wordpress.com/2013/09/22/con-haches-mudas/
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